Embalado de forma segura en una caja impresa sin insertos de espuma. Dentro se encuentra el trípode con bolsa, una buena abrazadera para smartphone (Fig. 10), dos llaves Allen, un control remoto con asa (con la batería insertada) y dos instrucciones (Figs. 1 y 9), en inglés, pero en buen estado. En definitiva, se trata de una combinación de aluminio o metal ligero y varias piezas de plástico, y está diseñado para que también pueda usarse como trípode articulado (Fig. 2). Para ello, primero hay que desenroscar la tapa del extremo (Fig. 11). En cuanto a su tamaño, puede usarse como trípode de viaje, con poco menos de 900 g, pero no como trípode ligero, debido a su diseño general bastante sólido. El bloqueo de todas las patas del trípode no se realiza mediante palancas correspondientes, sino girando (Figs. 2 y 3). Si no está acostumbrado a esto, al principio tendrá que experimentar un poco. Actualmente no puedo predecir la durabilidad de los casquillos de plástico gris a largo plazo (Fig. 3). Las patas se bloquean mediante un seguro de abrazadera debajo de las muescas (Fig. 5). Para ello, es necesario extraer el seguro de abrazadera, y como está muy apretado, puede costarle un ojo de la cara. La rótula es de buena calidad, pero comparada con el precio total del trípode, es de buena a muy buena (Fig. 6). Gracias a su construcción general, el trípode permite una gran variedad de opciones (Figs. 7 y 8). También lo usaremos con una DSLR. Como muestran las Figs. 7 y 8, esto es posible incluso con DSLR de tamaño mediano y objetivos no demasiado pesados; sin embargo, en este caso, es necesario apretar el botón giratorio para fijar la rótula con firmeza, aunque funciona. Sin embargo, no recomiendo superar una altura máxima de entre 1,20 y 1,30 metros con una DSLR, ya que me preocupa que las patas, bastante delgadas, provoquen vibraciones. Con una DSLR sin espejo, este problema se elimina, pero no el riesgo de perder estabilidad a alturas superiores a 1,30 m. Resumen: Considero que el precio de unos 40 € es más que justo considerando la combinación de materiales y la calidad de fabricación. Con unos 900 g, no es un trípode ligero, pero sí compacto, así que quizás sea más práctico para senderismo al aire libre que para vacaciones. Se puede usar bien con cámaras réflex digitales de tamaño mediano y objetivos no demasiado pesados. Es un poco grande para smartphones y cámaras compactas normales. La opción de usarlo como trípode articulado es genial. En resumen, para mí, a este precio, es un trípode muy bueno que merece 5 estrellas.