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Ligero y fácil de manejar, ¡es el compañero perfecto cuando vas a disparar!
Buscaba un trípode nuevo y más ligero tras cambiar por completo mi equipo fotográfico de una réflex a una híbrida. Inicialmente, elegí un trípode de carbono de tan solo 1,3 kg, ideal para llevar, ya que era tan ligero que cabía directamente en mi mochila. Pero con el uso, la cosa cambió, ya que estaba acostumbrado a una Alta Pro 263AT; había perdido esa libertad de movimiento, ya que no me permitía colocar la cámara en ciertas posiciones. Tras guardarlo un tiempo en el armario, decidí buscar un sustituto y encontré este modelo, un poco más pesado (300 gramos), pero que al final cumplió mucho mejor mis expectativas gracias al brazo remoto y a la posibilidad de transformar el trípode en monópode en segundos, lo que me permitió deshacerme del mío al mismo tiempo y amortizar su precio. Tras las primeras pruebas, hasta ahora ha sido una decisión fácil. EN RESUMEN Una ligereza apreciable combinada con un tamaño mínimo Disparos desde todos los ángulos posibles e inimaginables Una sensación de solidez que espero perdure en el tiempo
16/02/2025