La vieja Olympus TG-3 de un familiar consume baterías más rápido que su propia sombra y lleva años usando baterías de otras marcas, muchas de las cuales no han mantenido la carga más allá de unos meses. Aún no tengo la perspectiva necesaria para saber si esto ocurrirá con estas, pero su dispositivo las reconoce, y su vida útil, tras varios usos con varias cargas completas, es ligeramente inferior a la de las baterías originales. El cargador dual, que se conecta por USB-C o micro-USB, funciona a la perfección, pero es un cargador clásico, bastante lento, con indicador de carga para cada batería y protección contra sobrecarga, sobrecalentamiento y otras causas. Las baterías originales LI-92B de 1350 mAh cuestan 49 € cada una en las versiones oficiales de Olympus (ahora OM System), mientras que este kit, con dos baterías DB-110 de 1100 mAh y un cargador doble adicional, cuesta 30 € (sin incluir la promoción en el momento de esta prueba). Aunque con una carga duran un poco menos que las originales, el hecho de tener 2 por menos merece entonces la pena aquí, sobre todo porque las baterías son muy pequeñas y fáciles de transportar.