Este softbox de K&F llega plegado en una caja alargada, dentro de una cómoda bolsa de hombro para su transporte y protección. Al tener forma de farol, es un poco más particular que los softboxes planos comunes, pero el efecto y el uso son casi idénticos. La diferencia más importante es quizás el montaje, que para este softbox es realmente sencillo y rápido, solo hay que extender las varillas hasta oír un clic y hacer un poco de presión para ver si está estable. Lo mismo para el desmontaje, solo hay que presionar y luego tirar hacia arriba para plegar el softbox. Los materiales me parecen muy buenos, los revestimientos son resistentes y no corren el riesgo de romperse durante la fase de montaje/desmontaje. Además es muy versátil, dado que la montura Bowens lo hace compatible con una gran variedad de focos de diferentes marcas. La calidad de la luz es excelente; En comparación con un softbox plano, este suaviza un poco más las esquinas de los rostros (de hecho, es especialmente recomendable para retratos), pero debo decir que para notar las diferencias hay que comparar dos fotos cercanas entre sí e incluso de esta manera es difícil decir cuál es mejor ya que en ambos casos la luz es homogénea y cambian los pequeños detalles. Por lo tanto, si estás dudando entre un "softbox de linterna" o un "softbox plano cuadrado u octogonal" como tu primer softbox, yo diría que elijas el que tenga la mejor relación calidad/precio, que en este caso creo que es bastante buena.