Recientemente compré la cámara termográfica Kentfaith y, en general, ha demostrado ser una herramienta valiosa tanto para aplicaciones profesionales como personales. La resolución IR de 256x192 con una frecuencia de actualización de 25 Hz garantiza imágenes detalladas, lo que la convierte en un dispositivo excelente para diversas tareas. Mi esposo, que es apicultor, usa la cámara para verificar la actividad en sus colmenas de abejas. La termografía lo ayuda a monitorear la salud de las colmenas y detectar posibles problemas. Además, mi hijo, que es dueño de un par de cafeterías, utilizó la cámara para identificar la pérdida de calor en uno de sus edificios. Ha sido una ayuda útil para mantener la eficiencia energética y abordar los problemas de aislamiento. La cámara es innegablemente efectiva e incluso aporta un elemento de diversión a estas tareas, gracias a su rendimiento preciso y confiable. Las imágenes que captura son detalladas y brindan información valiosa sobre las variaciones de temperatura. Sin embargo, el único inconveniente que hemos notado es el tiempo de inicio lento. Cada vez que se enciende la cámara, hay un retraso notable antes de que esté completamente operativa. Si bien esto puede no ser un factor decisivo para todos, puede resultar un poco frustrante cuando se necesita capturar imágenes térmicas rápidamente. En resumen, la cámara termográfica Kentfaith es una herramienta versátil y eficiente para diversas aplicaciones. Cumple sus promesas, ya que ofrece imágenes térmicas precisas con una alta resolución y frecuencia de actualización. A pesar del inicio lento, su rendimiento compensa este inconveniente, lo que la convierte en un activo valioso tanto para aficionados como para profesionales.