Utilizo una cámara endoscópica como aficionado al bricolaje principalmente para explorar rincones de difícil acceso. El principal ámbito de aplicación es la búsqueda de fugas en nuestra caravana u otras tuberías. Para ello, una vez compré una cámara endoscópica por 200 euros, que cumple plenamente su función. Ahora, por supuesto, tenía curiosidad por probar lo que puede hacer una cámara endoscópica 5 veces más cara y si una pieza tan noble merece la pena para mí como artesano aficionado. La parte profesional es claramente mejor en cuanto a calidad de imagen y manejo. Todo está mejor iluminado y se ve más claramente. La parte profesional destaca especialmente en la representación del color. El manejo es muy sencillo y se puede controlar bien la cámara con la manguera. Las imágenes en la pantalla son claras y diferenciadas. Puede grabar fotos y vídeos en una tarjeta de memoria. Sin embargo, mi antigua cámara endoscópica también tiene esta función. Lo que tiene exclusivamente la parte profesional es la conectividad wifi. Puede transferir imágenes a su teléfono inteligente mediante una aplicación. Esta función es muy útil cuando quiero mostrar las imágenes a un experto en un taller, por ejemplo. La calidad de los materiales y de la mano de obra es muy buena, y el estuche de transporte, robusto y práctico, es un punto a favor. Conclusión: el precio, considerablemente más elevado, se refleja en una mejor calidad de imagen y más funciones. Sin embargo, el usuario doméstico normal no necesitará realmente todo eso y, por lo tanto, se conformará con una cámara más barata. Sin embargo, si utiliza una cámara endoscópica de este tipo con frecuencia y desea compartir las imágenes con terceros, encontrará una herramienta de alta calidad a un precio razonable.